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La vida cada día es más ajetreada, los padres muy raras veces se sientan en la mesa para comer Juntos y como consecuencia debido

 A esa falta de esa buena práctica también los hijos han visto la mesa del comedor como un adorno más de la casa y cada quien se sirve lo que quiere y come donde quiere pero principal lugar favorito es frente a la televisión y se come más de la cuenta por la emoción o la ansiedad de lo que se está viendo.

Una investigación de la Universidad de Columbia ubicada en Nueva York concluyó que las familias que comen juntos por lo menos 5 veces a la semana sufren menos de obesidad, son mejores estudiantes, estrechan los lazos familiares, se meten menos en problemas, consumen menos drogas y fuman menos.

Este hábito no es nuevo, cuando el Señor Jesús  anduvo con sus apóstoles  creemos que no había día que no comiera junto con ellos durante tres años y medio, y lo hacía como un momento tan especial  de comunión, como el dar gracias al Padre, por su provisión el momento de partir el pan, Lucas 22:15, al 20 Aunque este cuadro es la cena de despedida, hay muchas lecturas en la Biblia donde Jesús comía juntos con sus discípulos.

No nos debemos llevar por los malos hábitos de no comer Juntos en familia, haremos el esfuerzo, tendremos que sacrificar algún otro hábito o compromiso, pero valdrá la pena que rescatemos este buen hábito de comer juntos por lo menos 5 veces a la semana y veremos mejorar la salud emocional de nuestra familia y seremos bendecidos por Dios por darle esa prioridad a nuestra familia y como dice un predicador, después de Dios la familia es primero!!

Lo reto a que inicie esta buena práctica si lo ha dejado de hacer!

Bendiciones!!